¿Por qué es fundamental el cuidado de la piel?

Autor: Herbalife | Tiempo de lectura: 3.80 minutos

La piel es nuestro órgano de defensa, el que está expuesto ante los diversos acontecimientos por los que pasa nuestro cuerpo en nuestra vida cotidiana, protegiéndonos de bacterias y agentes ambientales. Además, la piel está compuesta por terminaciones nerviosas, lo que nos permite identificar niveles de temperatura, dolor, superficies peligrosas, entre otras sensaciones y funciones.

Según la Asociación de la Academia Americana de Dermatología (AAD), algunas de sus funciones más importantes son:

  • Actuar como primera barrera de defensa en nuestro sistema inmune, protegiéndonos contra diversos patógenos
  • Almacenar líquidos y controlar la pérdida de agua
  • Detectar diversas sensaciones mediante el tacto
  • Contribuir con la regulación de la temperatura del cuerpo
  • Evitar que perdamos algunos nutrientes brindando resistencia al agua.

 

¿Cómo mantenemos un buen cuidado de la piel?

 

1. Manteniendo una nutrición adecuada:

Lo que comemos se refleja en nuestro exterior, una alimentación balanceada es primordial para una piel sana. Entre los nutrientes relacionados con beneficios en el cuidado de la piel encontramos:

Macronutrientes: Los hidratos de carbono, proteínas (aminoácidos) y grasas saludables. Las fuentes alimenticias de estos nutrientes asociados a la salud y por ende al cuidado de la piel son:

  • Hidratos de carbono: Frutas altas en vitamina C, camote, zanahorias, col rizada, cebada, quinua, avena, entre otros.
  • Proteínas: Entre fuentes proteicas que aportan a la salud de la piel tenemos: soja, pescado, yogur griego bajo en grasas, huevos, legumbres, etc.
  • Grasas saludables: Entre ellas tenemos aquellas que contienen Omega-3, Omega-6, también conocidos como ácidos grasos esenciales, que podemos encontrar en alimentos como, palta, pescado, nueces, chocolate negro sin azúcar, aceite de coco, aceite de oliva, entre otros.

Minerales y vitaminas, estás cumplen distintas funciones como combatir los radicales libres, proteger la piel de agresiones externas, nutrir la piel y contribuir con la cicatrización. Entre los más influyentes en el cuidado de la piel encontramos:

  • Vitamina A: La aplicación tópica, es decir, sobre la piel, de retinoides se han visto relacionada con beneficios como la foto-protección, protegiendo a la piel de los rayos ultravioleta, apoyo en la cicatrización de heridas, prevención del envejecimiento de la piel, entre otras afecciones. La deficiencia de vitamina A también puede generar una disminución en la acción del sistema inmunitario y retardar la cicatrización de heridas. Algunas fuentes alimenticias que puedes encontrar son: verduras y frutas amarillas, naranjas, verdes y rojas.
  • Vitamina C: promueve la síntesis del colágeno, y brinda protección contra los radicales libres, propiedades que benefician al cuidado de la piel. Entre los alimentos fuente de vitamina C, tenemos: granada, kiwi, fresa, aguaymanto, limón, pimiento, tomate, arándanos, entre otros.
  • Vitamina D: Actúa como regulador de las células de la piel, se adquiere usualmente mediante la exposición a la luz solar. Se recomienda entre 10 a 15 minutos diarios de exposición al sol para aportar al cuidado de la piel. Algunos detalles que deben ser considerados al exponerse al sol, es evitar el horario de entre las 10:00 a.m. a las 4:00 p.m. donde la luz ultravioleta es más intensa de lo normal. Muchas veces puede ser difícil obtener cantidades suficientes de vitamina D mediante la exposición a la luz solar. En estos casos, puede obtenerse a partir de alimentos, productos alimenticios fortificados o suplementos. Entre algunas fuentes alimenticias con vitamina D encontramos: sardinas, aceite de hígado de pescado, huevos de gallina, champiñones, etc.
  • Vitamina E: Su ingesta adecuada ha sido asociada con el mantenimiento de una piel sana, actuando como antioxidante. Los alimentos fuentes de vitamina E son: aceite de girasol, aceite de maíz, aceite de oliva, aceite de soja, almendras y otras nueces.
  • Zinc: Está encargado de estabilizar las membranas celulares y es esencial para la metaloenzimas, moléculas que intervienen en el cuidado de la piel. Entre los alimentos fuentes de zinc encontramos: carne de res magra o baja en grasas, nueces, huevos, comida marina, legumbres, granos enteros integrales, etc.
  • Selenio: forma parte de las selenoproteínas, siendo enzimas antioxidantes que protegen a las células de la piel aportando a su cuidado. Algunos alimentos ricos en selenio son: ajo, mariscos, granos integrales, hígado de pollo, entre otros.
  • Agua: El agua contribuye con apoyar a que las funciones en nuestro cuerpo se desarrollen correctamente, además de beneficiar a la salud y elasticidad de la piel. Algunas otras opciones de fuentes de líquidos que apoyan al cuidado de la piel son las bebidas con fitonutrientes, estás suelen presentarse en el té verde, té negro y algunas bebidas herbales a base de flores.

 

¿Quieres conocer sobre las funciones de los antioxidantes en nuestro cuerpo? Te recomendamos pasar por nuestro artículo: ¿Qué función cumplen los antioxidantes?

 

2. Protegiéndonos del sol

El uso de protector solar, hoy en día, es más que necesario para proteger la salud y cuidado de la piel ya que se considera que los rayos ultravioletas pueden ser más dañinos en la actualidad de lo que eran antiguamente.

Entre algunos puntos a tomar en cuenta para protegernos de los rayos ultravioleta correctamente son:

  • Elegir un protector solar (SPF) más alto de 30, su aplicación debe ser 15 minutos antes de tener exposición al sol debido a su acción y absorción en la piel.
  • Debemos considerar las áreas sensibles de nuestro cuerpo como cuello, cara y orejas, además de otras zonas expuestas como piernas, espalda o brazos.
  • Si la exposición al sol es de un tiempo muy prolongado, se recomienda aplicar cada dos horas para el correcto cuidado de la piel. En especial sí nos encontramos nadando o generando sudor excesivo.

 

3. Siguiendo un adecuado cuidado de la piel 

Algunos de los hábitos para el cuidado de la piel más recomendados son:

  • Que el uso de protector solar sea parte de tu rutina.
  • Usa un limpiador suave y humectante para mantener tu cutis limpio e hidratado. Suele ser sugerido realizar la limpieza en las mañanas y en las noches.
  • No uses excesivamente productos para la piel en el rostro.
  • Identifica tu tipo de piel, estas suelen presentarse como: piel sensible, piel normal, piel seca, piel mixta y piel grasa. Puedes hacer la consulta a un dermatólogo, así podrás tener en claro tu tipo de piel y cuidarla de manera adecuada.
  • No olvides humectar tus labios, asegúrate de consumir suficiente agua y mantenerte hidratado o en caso de resequedad puedes probar colocar un poco de vaselina o mantequilla de cacao.
  • Recuerda que nuestras manos están expuestas a diversos agentes patógenos, intenta no tocar tu cara y/o desinféctate o lávate las manos continuamente.
  • Realízate un chequeo con el dermatólogo cada cierto tiempo.

 

¿Sabías que otra fuente nutricional que aporta al cuidado de la piel es la sábila?

Te recomendamos nuestro artículo: Beneficios de la sábila en el cabello y piel